29 de mayo de 2011

Cáncer


      La semana arrancó con la noticia del gran debacle electoral del PSOE, pero de eso hace ya más de mil años. Por encima de los acontecimientos de la semana, mi mundo se vio afectado por el anuncio de mi amigo Carlos de que se debatía con un cáncer de colón. Así es la vida y su futilidad, la vida y lo que realmente importa. De repente una circunstancia propia cobra una relevancia mucho más allá de lo que para los medios de nuestro mundo es noticia.
    Carlos me contó que los médicos habían detectado a tiempo el cáncer, que habían empezado a darle quimioterapia y que el tratamiento había estado a punto de reventarle el aparato digestivo. Lo complicado de combatir el cáncer es que si no te tratan con diligencia los médicos, lo que debería ser la cura puede acabar contigo. Y lamentablemente, como en tantas otras profesiones, no siempre hay vocación a la hora de desempeñar su trabajo. Pero en el caso de los médicos se trata de tu vida.
    Mi amigo tuvo que huir del hospital y los médicos de su entorno. Aquellos que, supuestamente, velaban por su recuperación casi lo liquidan. Buscó refugio en Pamplona y los expertos de aquella clínica y las cosas van mucho mejor. Ahora, pronto, arrancará la radioterapia y después la operación para extirparle el tumor. En resumen, una lucha sin cuartel contra una enfermedad cuyo nombre ya hiela sangre.
      Pero me animo, sobremanera, la actitud de lucha que percibí en la voz de mi amigo. Él, no sólo es un iluminado ingeniero e inventor, no sólo es una bellísima persona, además de ser mi amigo, ahora es un luchador nato, y lo noté en su voz.
     Su actitud y su animo me impulsa a luchar en otro frente. Un frente que no todos conocen, que no todos aceptan, pero que yo sé que está ahí, es el frente espiritual. Yo creo en un Dios que no es ajeno a nuestras necesidades. Yo sé cuales son las necesidades de mi amigo y conozco las mía, sé lo mucho que lo necesitan su esposa, hijos y sus seres más cercanos. Mi necesidad, y la de Carlos y los suyos, es que venza el cáncer y siga siendo por muchos años mi amigo, esposo, y padre que conocemos.
Cómo una necesidad colectiva, una necesidad loable y, ciertamente, dentro de la voluntad de mi Dios, imploró con muchos, que ya conocen la situación de mi amigo, para que la sanidad sea completa y total. Mi frente espiritual quedará abierto en oración delante de mi Dios por mi amigo hasta que el Altísimo conteste conforme a su voluntad. Y doy las gracias a todos que me acompañan en esa lucha.
 Mi confianza está completamente puesta en Dios. Él guiará a los médicos. Él obrará en el cuerpo de Carlos.  En estos momentos de necesidad es cuando más cerca percibo la presencia de Dios, y espero que Carlos también lo sienta. Para eso están los amigos ¿verdad?

A todos gracias y que Dios os bendiga.

21 de mayo de 2011

Spanishrevolution

     Como estamos en jornada de reflexión me voy a permitir la osadía de reflexionar sobre algo de lo que está pasando en nuestro país.

    ¿Qué es lo que se pretende con una jornada de reflexión? A mí entender, se trata de permitir que el electorado descanse de unas semanas de bombardeo constante con consignas políticas, promesas de nulo cumplimento y enconada pelea dialéctica entre los diferentes candidatos, y todo, con el fin de que el hastiado elector pueda tomar una decisión meditada de qué hacer con su voto.

     Pero esta jornada de reflexión en vísperas de las elecciones municipales del 2011 ya ha pasado a la historia por el fenómeno 15M que se ha ido gestando hasta hoy, y ya se conoce como la “Spanishrevolution”. 
      Bajo la consigna de “Democracia Real Ya” y convocada de forma espontánea por las redes sociales, miles de personas se reunieron en la Puerta del Sol de Madrid para revindicar una ley electoral más justa que termine con los privilegios de los grandes partidos y para demostrar su descontento absoluto con la realidad social y económica de nuestro país hoy en día.

     La “Spanishrevolution” ha sorprendido a todos, incluso a los mismos convocantes. De repente se sumó a la Puerta de Sol, la Plaza Cataluña de Barcelona. En pocas horas otras ciudades se sumaron y hoy por hoy se sucede en toda la geografía del país las acampadas pacificas de protestas. Pero no se queda sólo en España el fenómeno se extiende a numerosos países del mundo donde se suceden las acampadas ante las embajadas y los consulados de España. Podéis ver el mapa de concentraciones en este enlace:
http://www.thetechnoant.info/campmap/

      La respuesta masiva de la ciudadanía ha sido tan fuerte que ha cogido en fuera de juego a toda la clase política, los autoridades judiciales y los medios de comunicación. De ahí que se han oído en estos días comentarios de todo tipo. Uno de los más sonados ha sido el del periodista Cesar Vidal que ha llegado a decir que detrás del movimiento “Spanishrevolution” tiene que estar ETA.
(ver para creer): http://www.youtube.com/watch?v=WtfdggOExqI

     Pero no me asombran los comentarios de periodistas, o la estupefacción de los mandatarios y de la supuesta crema intelectualidad de nuestro país, me maravilla la magnitud del desencanto. El tremendo hastío de una gran parte de la sociedad con la situación actual de nuestro país. Me deja con la boca abierta ver como miles de personas se convocan por medio del móvil y se concentrar para acampar durante días en pos de sus ideales.

    Se había dicho de ésta generación de jóvenes que habían perdido por completo sus ideales y sus valores. Muchos de los que hoy mandan surgieron de la generación de protesta del 68 (siglo pasado). Aquella época se tiene como referente, casi que se idolatra. Pues, estimados políticos, crema intelectual, jueces parciales, periodistas renombrados, medios manipuladores, banqueros usureros, a todos, déjenme presentarles la esperanza de nuestro país; una generación de jóvenes y no tan jóvenes que están hartos de ustedes.

    Cuando se les pregunta a los “acampados” que es lo que revindican, yo realmente alucino. Si le preguntas a cinco, hay cinco diferentes reivindicaciones. Al principio me costó digerir esta realidad. Pensé esto es otro movimiento que se reúne en plan descontento general, hacen un par de días de macro botellota y luego a dormir la mona, pero no es así.
      El movimiento tiene en común; y en eso radica su fuerza; la visión unificada de cual es la realidad de nuestro país. Un país sumido en una profundo crisis económica, social, política y judicial. Una crisis que afecta y se extiende por todos los estamentos del estado, la economía y la sociedad.
Son realmente los políticos, el estado y los poderosos los que han perdido sus ideales y sólo van buscando enriquecerse y hacerse con una pensión vitalicia. Pero una gran mayoría ha dicho; ¡basta ya!, ¡protestamos!, ¡estamos hartos!, y eso hace de este movimiento un movimiento singular.

      Los que están acampados no tienen la potestad de arreglar nuestro país. Esa labor le compete a los que salgan de las urnas, a los grandes capitales que deberán pensarse si pueden seguir ganando pingüaes beneficios mientras la población se precipita a la bancarrota. Pero, sin duda, la “Spanishrevolution” ha dado y dará que pensar a los que mandan. Y yo me siento orgulloso de apoyar y ser una voz más que se suma a los que acampados han iniciado esta revolución pacifica para decir que necesitamos un cambio.

A todos gracias y Dios os bendiga


11 de mayo de 2011

Aprender de los demás



¿Cuál es el reto de una página en blanco? Podría ser rellenar la página con aquello que a otros les pueda interesar. Entonces estaríamos rozando el periodismo. Pero pocos blogs he leído que persigan ser periodísticos. La mayoría de los blogs suelen ser reflexiones personales de introspección. ¡Y me parece muy bien! Creo en el valor terapéutico de la escritura. Llegado a estas alturas comprendo que los que intentan seguir mi nueva entrada digan; “mejor leo la siguiente”. Es el riesgo de tanta introspección.
Pero quizás los avatares y las experiencias del que escribe pueden servir de algo a alguien. Me niego a aceptar el dicho tan conocido de que nadie escarmienta en cabeza ajena. Se puede aprender, y se debe aprender de los errores de los demás, pero, aún es más eficaz aprender de los aciertos de los demás. San Pablo decía, “examinadlo todo y retened lo bueno”.
Y éste es el tema de la nueva entrada; ¿estoy capacitado para aprender de los demás? Si echo la vista atrás yo soy un vivo ejemplo del dichoso refrán. ¡Cuantas tortas me he dado aun cuando me habían advertido, aun habiendo observado las nefastas consecuencias en otros!. ¿Qué nos hace ser tan obstinados como para cometer los mismos errores de los demás? ¿Qué nos impide aprender de los demás? La palabra es tan obvia y, al mismo tiempo, tan dolorosa de admitir: se trata del ORGULLO.
Pensamos que lo que a fulanito le pasó a mí no me pasaría. Lo de menganito es fruto de su propia necedad, su inconstancia, su falta de cordura, su ingenuidad, etc., etc. Y cuando nosotros caemos en el mismo error, cuando comentemos la misma torpeza, nuestra primera reacción es siempre igual: “la culpa es de los demás”. El error no es mío. Yo soy la víctima. Yo soy la persona agraviada. La auto compasión es tanto orgullo como lo es la auto complacencia. El orgullo es sin duda el principal problema del ser humano. Quiebra el orgullo y comenzarás a caminar en sabiduría.
Muchas veces no somos conscientes de cómo el orgullo afecta nuestras relaciones, de forma especial la relación con las personas que más amamos. Una frase de la persona amada interpretada con el tinte de tu propio orgullo termina pareciendo una ofensa. A una falsa ofensa se levanta una replica de amargura y finalmente termina siendo una pelea dialéctica en la que terminas emocionalmente dañado. Hablando en plata, que tu orgullo termina levantando una bronca en casa donde se despiertan un sinfín de fantasmas que cuesta una ingente energía eliminar después. He visto estos patrones en mi familia muchas veces. He visto estas actitudes en mi entorno. Hasta he mediado con consejos para otros, y sin embargo, vuelvo a caer en la trampa de mi orgullo en mi trato con las personas que amo.
Termino esta entrada con la solemne promesa de declarar una lucha sin cuartel a mi propio orgullo.
Gracias por estar ahí, y Dios os bendiga.

10 de mayo de 2011

El Hobbit

     Anticipándome al acontecimiento cinematográfico del año, el estreno de El Hobbit de Peter Jackson versionando el libro de JRR Tolkien que precede a la saga del Señor de los Anillos, he desempolvado el libro y lo estoy leyendo. Rectifico, lo estoy atesorando en mi interior como Gollum a su “tesoro”, el anillo de poder.
     --¡Qué delicia volver a sumergirte en los sanos placeres de tu adolescencia!-- pensé al decidir volver a la lectura de El Hobbit. Pero abrí la primera hoja y vi la fecha de mi primera lectura, 1986. ¡Caramba! ya no era un adolescente. Leí aquel libro el año que me casé. Era joven, pero adolescente, como que no.    Pero la lectura del libro me está produciendo el mismo placer que cuando lo leí la primera vez.
     Abrir las páginas de Tolkien es como caminar por esa tierra Media donde encuentras lo más bello y honorable de ese mundo pero al mismo tiempo lo más vil y terrible. El bien y el mal, el eterno dilema del mundo. El mundo creado por Tolkien no deja de ser un reflejo del mundo real que a él le tocó vivir. Y para mí no deja de ser un reflejo real del mundo que me ha tocado vivir aquí y ahora.
     Hay quien pueda pensar que leer una novela fantástica, de mundos irreales y seres extraños es una forma de escapismo, una forma de huir por medio de la fantasía de tu realidad; una opinión respetable aunque difiera de ella.
El mundo que Tolkien ha creado no deja de ser un retrato de la realidad que me rodea. Cuanto más me adentro en esa tierra Media más descubro que los personajes que se cruzan en mi camino son el fiel reflejo de mi mundo actual. Me voy a permitir identificar algunos de esos personajes.
     Empecemos con los trolls. Unos gigantes con cabezas llena de serrín, que comen todo lo que se mueve y son tan simples que hasta en su maldad dan pena por lo necios que son. En la categoría de los trolls entran todos los que hacen de la maldad una forma de vida y usan su simpleza como excusa para sus actos. ¿Cuánta gente en este mundo se comportan como trolls?
        Luego están los trasgos. Estos son seres malvados que habitan en las profundidades de las montañas en oscuros y asquerosos pasadizos. Están organizados y su maldad no es fruto de la simpleza. Son deliberadamente malvados, sin piedad, sin afecto, sin miramiento ni contra su propia raza. ¿Cuánta gente despiadada hay habitando nuestro planeta? Estamos llenos de trasgos, y yo harto de ellos.
     ¿Hay algunos buenos? ¡Por supuesto que sí! Hablemos de los elfos. Unos seres fantásticos, nobles, divertidos, etc. El simple hecho de estar en su presencia te quita las penas, te reconforta y tu vida se llena de lo bueno y auténticamente loable. Y tengo que dar gracias a Dios porque tengo cerca de mi a elfos y elfas que realmente aportan a mi vida ese estado de bienestar y sosiego. Debo animarles y darles las gracias, por el bien que me hacen. ¡Ojalá yo puedo ser un elfo para alguien!
     Y por último quiero hablar del Hobbit. Un ser pequeño, extraño. El tamaño de su corazón es casi mayor que su cuerpo. Un ser con valores, donde la maldad no tiene cabida pero que de ninguna manera es simple o ingenuo. Es astuto y valiente, sin ser alocado y descuidado. Una criatura de la que jamás pensaríamos, a simple vista, que en su interior lleva un autentico héroe, pero es así como son los auténticos héroes. Gente corriente. Gente que pueden pasar inadvertidos, pero que cuando la situación lo requiere saben dar la talla y están muy por encima de la mayoría de nosotros. Así es el Hobbit. Y os puedo asegurar que a mis años, me he encontrado con más de un Hobbit en mi camino.
      Me queda por comentar el mago, Gandalf. Pero eso será en otra entrada. No se debe ser cansino en los blogs. Se trata de despertar una idea, moveros a la reflexión, no contaros un libro. Pero si alguno se atreve a leer a Tolkien, os aseguro que a mucha gente que se cruce en vuestro camino la veréis como las describe “el profesor” en sus libros.

Gracias a todos y que Dios os bendiga.