27 de junio de 2011

Mi generación


Hace unos cuantos días leí un tweet de Paulo Coelho en el que decía que acababa de ver la película sobre Woodstock y que se sentía orgulloso de pertenecer a esa generación. Aquel mítico festival de música y arte se celebró en agosto del 1969 y fue la expresión de identificación de toda una generación. El escritor Paulo Coelho tenía entonces veintipocos años.
         El comentario me dio que pensar: ¿Cuál era el evento que identificaba mi generación? ¿Qué identifica mi generación? ¿Hay algo que guardó en mi memoria como un hito de mi juventud?, de cuando me toco a mí vivir mis veintitantos años.
Para empezar recuerdo de aquella época el shock que supuso el asesinato de John Lennon. Los Beatles jamás podrían volver a tocar juntos. Toda una generación, no la mía, se quedó sin uno de sus ídolos más influyentes. Evidentemente mi visión del mundo es diferente en mi caso ya que me críe en Alemania y no en España. Pero he tenido que escarbar en mi memoria para recordar aquello con lo que me identificó de aquella época de mi vida.
        A nivel musical, aparecieron nuevas súper estrellas que cambiaron el panorama artístico de la época. Llegó Michael Jackson con su Thriller, Prince, The Police, Los Dire Straits, el Boss Bruce Spingsteen. Y como no hablar del New Wave (la nueva ola), con sus innumerables grupos y solistas que nos dejaron un nuevo concepto de música electrónica. Y también, nació en aquellos años el Punk. Aquellos chicos que con “tres acordes de guitarra” hacían las delicias de sus seguidores. Grupos como los Sex Pistols, The Clash, The Cure y tantos más.
         En el 1982 recuerdo que arrancó la espiral tecnológica de los PC personales. Yo tenía un Spectrum, un ordenador que competía con el Commodore 64. El no va más eran los primeros PC de IBM, y poco después nacería Apple y Microsoft con su sistema MS DOS. Mi generación vio nacer aquello que ahora es ya tecnología de la edad de los pica piedras.
      A nivel político, mi generación vio llegar a un actor de cine a ser presidente de los Estados Unidos, ¿quién lo diría, entonces? Hoy en día un individuo que pasa por Gran Hermano o Química y Física tiene más popularidad que cualquier político. Pero en el 1985 la historia dio un vuelco. Un señor con una mancha en la frente, un tal Mikhail Gorbatschow, se proclamó líder de la Unión Soviética y el mundo cambió en los siguientes años hasta la caída del muro del Berlín en 1989. Mi generación vio el fin de la guerra fría, la caída del bloque del este y la creación de una nueva Europa. En España aquella época estuvo marcada por el golpe de estado del 23F y la llegada de los socialistas al poder; eso yo sólo lo viví en la lejanía. En Alemania el aire fresco de la política nos vino por la creación de los Verdes. Hoy ese aire ya sólo es un rancio recuerdo de lo que fue.
       Haciendo esta resumidísima efemérides de mi generación me preguntó ¿de que puede estar orgullosa mi generación? La respuesta a esa pregunta después de meditarlo bastante no me deja buen sabor de boca. Nuestra generación inició la decadencia de los valores. El único valor en alza era el éxito y la desaforada búsqueda de dinero y estatus social. La caída del socialismo colocó el capitalismo como el valor súmmum de la sociedad civilizada. El resultado de aquello es que estamos viviendo la crisis más grande de la historia en el mundo capitalista.
     Pero aunque no haya nada especial que me llené de orgullo de mi generación, sí me sirve echar la vista atrás para reconocer que en cada generación hay luces y sombras. Para mantener nuestra sociedad en la luz en vez de la tinieblas, no basta con clamar por reformas, con patalear en la calle, además de todo eso requiere un cambio a nivel personal. No podemos clamar por una sociedad mejor, si no estamos dispuesto a dar lo mejor de nosotros en cada momento. Me toca ponerme las pilas para mejorar en todo y cambiar para mejor, solo así influiré en mi entorno.
      Gracias por estar ahí, y que Dios os bendiga.

17 de junio de 2011

Reflexiones para mi hermano


    Mi último post, en el que exponía mi indignación por la falta de libertad religiosa en mi país ha hecho pensar a mi hermano, Carlos. Bueno espero que haya hecho pensar a más de un lector, claro. Pero por ser mi hermano pequeño, además de llevarle a pensar, le han surgido dudas y cuestiones que me ha transmitido con total confianza. Y como suele pasar, siempre que a alguien le surgen dudas sobre tus pensamientos aquello da pie para que tú profundices aún más en tus reflexiones.
    Una de las dudas de mi hermano iba en la línea de preguntar ¿era necesario que este grupo de cristianos expusiera su fe en Jesucristo justo en medio de la #acampadasol, justo en medio de la #spanishrevolution? ¿no podrían haber esperado otro momento menos conflictivo para anunciar el amor de Dios para con toda la humanidad?
Ciertamente, el mensaje cristiano no puede ser más explosivo. Pero el mensaje resulta que es hoy tan explosivo como lo fue hace dos mil años. Sólo que en aquellos tiempos el pueblo  te apedreaba, te lanzaba a los leones o te quemaba en la hoguera. Hoy, en nuestra sociedad española, de momento sólo te abuchean , te ridiculizan y te intentan avergonzar. Pero, ¿cual es el peligro de las actitudes fascistas de los supuestos demócratas indignados a la hora de silenciar a gritos el mensaje de Dios?
El primer peligro es la implantación de un mensaje único. Todo el mundo sabe que Dios no existe, lo dice la mayoría, por tanto, es la verdad. La verdad es única y excluyente. Quién se opone a la verdad es un enemigo de la verdad. Este pensamiento único levantó el nazismo en Alemania y término con miles de millones de muertos en el mundo, hace tan solo setenta años.
Hoy en día se enseña a los niños en el colegió que el hombre evolucionó del mono. Y los profesores enseñan esa teoría, repito teoría, y se quedan tan anchos. No se plantean lo que significa una teoría, que no es más que una hipótesis aplicable a una ciencia según nuestra Real Academia de la Lengua. Pero el pensamiento único implantado es que la evolución es ciencia demostrada, y el pobre Charles Darwin se abandera como el gurú de los ateos.
Segundo peligro: Hoy se empieza a aceptar la idea de que hablar de Dios, hablar de Jesucristo, sólo es tolerable en privado. La religión pertenece al estricto ámbito privado. Pero claro, sólo aquellos mensajes religiosos que impliquen un cambio en los valores de la persona. Otros mensajes religiosos con tinte folklórico pertenecen a la esfera del patrimonio cultural del país y eso nos lo tenemos que tragar hasta por la televisión pública que pagan los cristianos y los ateos, también. Véase el ejemplo de las retransmisión en directo desde el Rocío, los pasos de semana Santa, misas varias, y un largo etc.
Tercer peligro: El mensaje de Jesús es peligroso y debe ser acallado. Su mensaje no aboga por un asalto a la Bastille, no implica una revolución bolchevique, no requiere de #acampadas en el mundo, el mensaje implica una revolución en tu corazón. Jesús dijo: “Ama al prójimo como te amas a ti”. Que viene uno y quiere predicar algo que tú no crees. Jesús no sólo te dice toléralo, sino que te manda amarlo. “Imagine”, cantaba John Lennon, y el mensaje de su canción no estaba lejos de los postulados de Jesús. Sólo que John pensaba que el hombre en el fondo es bueno y puede cambiar el mundo por si mismo para bien. En eso se equivocan todos los idealistas. El mundo sólo puede cambiar si estamos dispuesto a cambiarnos a nosotros mismos. Y el hombre no puede cambiar al menos que haga como le dijo Jesús a Nicodemo, “nacer de nuevo”. ¿Cómo se nace de nuevo? ¿Cómo podemos cambiar de verdad? ¿Cómo podemos producir una revolución en nuestro interior? Conoce a Jesús. Conoce aquel que murió y resucito. Investiga en su vida, lee sus palabras, ve como caminaba, aprende como pensaba. No hay otro camino, y es un camino personal que cada uno tiene que caminar. Suerte y animo, jamás te arrepentirás si decides investigar en la vida de Jesús.
Gracias por estar ahí y Dios os bendiga.

11 de junio de 2011

Spanishrevolution y Libertad Religiosa


       Durante siglos en la edad media la simple lectura de la Biblia fue considerado un hecho delictivo, penado con la excomunión y la muerte en la hoguera. Cuando el norte de Europa salía de su edad media y el protestantismo empezó arraigar en los corazones y las mentes de los que comprendían el mensaje de amor por parte de Dios en la persona de Jesucristo, en nuestro país reinaba aún el brazo tenebroso de la Inquisición y su intolerancia más absoluta.
       Gracias a Dios esa era pasó y ahora, como nunca antes, en todo el mundo occidental se tiene libre acceso al mensaje de la Biblia. Pero aún estamos lejos de disfrutar realmente de una verdadera libertad religiosa. En la triste época del franquismo, el nacional catolicismos se adueñó de ser la única y verdadera religión. Todas las demás religiones, ya fueran cristianas a no, quedaron excluidas socialmente, tachadas como sectas peligrosas y subversivas y sus miembros perseguidos y arrestados. También, ese triste capitulo de nuestra historia se ha cerrado para siempre; eso espero al menos.
Pero se nos viene encima una nueva amenaza a la libertad religiosa. Es la amenaza de los que dicen no creer en nada y por la fuerza quieren implantar ese credo en las consciencias de los demás. Es la amenaza de los que promulgan ser muy liberales en todo, pero no permiten que se pueda hablar de religión. La religión es un tema permitido sólo en el más estricto ámbito personal e intimo. Es otra forma de afrenta contra la libertad religiosa, y lo triste, es que este ataque contra las libertades básicas venga de la mano de los que acampan en sol, #acampadasol.
Hago uso de mi blog para denunciar precisamente a aquellos que hasta la fecha he apoyado por compartir mi indignación con la situación política y social de mi país. Yo mismo me considero un firme defensor de los postulados de la Spanishrevolution, pero no puedo tolerar la intolerancia de ningún tipo, incluido la religiosa. Con el video que os dejo podéis comprobar que no me invento nada. Tengo que denunciar que los que buscan Democracia Real Ya, realmente están muy lejos de ser tolerantes y respetuosos con las opiniones de los demás. Aquellos que reclaman democracia real, resulta que se la niegan a los demás.
Desde hace ocho años un grupo de jóvenes cada semana se planta en la Puerta del Sol para dar testimonio de su fe, para anunciar el amor de Dios por medio de su Hijo que murió en una cruz y resucitó al tercer día. Hacen publica manifestación de su fe amparados en los derechos de nuestra carta magna. El ayuntamiento conservador hasta la fecha no ha impedido el derecho constitucional de este grupo de cristianos evangélicos, y sin embargo, mira por donde, los #acampadasol, los de la #spanishrevoltion, los que quieren #democraciarealya, les parece que aquellos derechos constitucionales no son dignos de respetar, y se llevaron abucheando e insultando todo el tiempo la participación del grupo de jóvenes comprometidos con sus creencias religiosas.
#Spanishrevolution; sí, #DemocraciaRealYa; sí, pero #Libertad Religiosa, eso no. La libertad religiosa es un asunto personal y privado. Puedes hablar de religión en privado. La mayoría creemos que no creemos en nada, y eso es el pensamiento único que queremos tolerar e imponer. Ignorantes e intolerantes. Así se pensaba en la edad media. Así también pensabas los Torquemada y sus herederos. ¿Cuántos siglos más tiene que pasar en esta España incrédula e intolerante para que realmente nadie sea increpado por su fe, y menos aún por anunciarla?
Ahí tenéis el enlace, aunque parece increíble, pero paso hace sólo diez días: http://vimeo.com/24479406
Esta actuación, me ha terminado de convencer. La situación de mi país no se arregla con cambiar las leyes, cambiar a los políticos o cambiar el sistema democrático. Mi país necesita un cambio en el corazón de las personas, mi país necesita que cada uno disponga su corazón para amar al prójimo, y eso sólo se consigue reconociendo nuestra necesidad de caminar cerca de Jesucristo.
Gracias por estar ahí y Dios os bendiga.